La participación social como educación ambiental: una acción para afrontar el cambio climático 

noviembre 27, 2024
Investigaciones
  • Autora: Ariadna Otero Gómez
  • Fecha de elaboración: 19 de septiembre del 2024
  • Fecha de publicación:  27 de noviembre del 2024
  • Categoría para la web: Investigaciones

 

Resumen

Este artículo explora la importancia de la participación social y como esta se configura como una educación ambiental para afrontar el cambio climático. Se destaca como el cambio climático afecta a los ecosistemas terrestres y la vida humana y como los objetivos de desarrollo sostenible abordan la problemática. Se enfatiza la necesidad de un cambio en la relación de los humanos y la naturaleza. También se presentan algunos ejemplos de cómo se ha llevado a cabo la participación social para afrontar el deterioro y amenazas de los ecosistemas terrestres. 

 

Introducción

En la actualidad nos enfrentamos a un reto muy importante: el cambio climático y los cambios que trae consigo en los ecosistemas terrestres y que afecta en nuestras vidas desde lo económico hasta la salud. Por ello, se han realizado muchas propuestas de acciones para combatirla, pero se ha dejado de lado un aspecto fundamental: las comunidades. Es necesario también poder realizar acciones que estén contextualizadas a cada una de estas y sobre todo que inviten a cada uno de los individuos a participar. Es así que este artículo propone la participación social. 

 

El cambio climático

El cambio climático es la variación del clima provocada por factores naturales o por la actividad del ser humano a lo largo de los años (México ante el cambio climático, 2021). 

Al ser tan preocupante su rápida evolución y sobre todo por la manera que impacta a la ciudadanía, las Naciones Unidas en 2015 proponen una serie de objetivos que busca erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Si bien, todos los objetivos van de la mano, para este artículo se describe el objetivo 13 Acción climática que plantea que está no va a parar. Tan solo del periodo entre 2010 y 2019 fue la década qué más calor ha registrado y consigo trajo incendios forestales, huracanes, sequías, inundaciones y otros desastres. Todo lo anterior impacta en la economía y vida de las personas, afectando principalmente a las más vulnerables (Naciones Unidas, 2015).

 

El objetivo 13 nos hace reflexionar sobre el estado en que la tierra ha llegado y sus consecuencias. Fuentes: ODS. Link

 

Vida de ecosistemas terrestres

Una de las principales consecuencias del cambio climático es su impacto en los ecosistemas terrestres, por ello también se revisa el objetivo 15 Vida de ecosistemas terrestres que pretende proteger y restablecer los ecosistemas terrestres: gestionar sosteniblemente los bosques, tomar acciones contra la desertificación, detener la degradación de las tierras y la pérdida de biodiversidad (Naciones Unidas, 2015). 

Para cumplir este objetivo es necesario un cambio en la relación de la humanidad con la naturaleza y tomar conciencia de que la naturaleza es base de la vida. Tan solo los bosques cubren casi el 31% de la superficie de nuestro planeta y alberga más del 80% de todas las especies terrestres de animales, plantas e insectos (Naciones Unidas, 2015).

Un ejemplo de cómo nos afecta esto es la demanda de proteína animal, la necesidad de mayor agricultura intensiva y no sostenible, la exploración de la fauna y la crisis climática qué favorece las enfermedades zoonóticas (como COVID-19).  Las formas en las que podemos ayudar es consumiendo productos locales de origen sostenible y solo lo que necesitamos; también siendo respetuosos con la fauna y participando en las actividades de ecoturismo de manera responsable y ética. Se debe de tomar conciencia en la participación de las comunidades locales para la gestión y el desarrollo de las áreas protegidas (Naciones Unidas, 2015). 

 

Participación social 

En América Latina y el Caribe se firmó un acuerdo para fomentar la participación ciudadana en diferentes temas de importancia, entre ellos, la ambiental. Fuente: Participación Social. Link

 

Tomar acción contra el cambio climático supone dos alternativas: actuar para reducir la huella ecológica del ser humano, cuestionando la relación con el medioambiente o seguir con el modelo de desarrollo y adaptarnos a las consecuencias. Sin embargo, no debemos de perder de vista que en las decisiones que se toman muchas veces las emociones influyen en la respuesta al problema. Por ello, no hay que perder de vista lo que los seres humanos debemos de hacer desde la cultura y la sociedad si queremos enfrentar las consecuencias y actuar de manera oportuna contra el cambio climático y específicamente en los cambios de los ecosistemas terrestres. 

Para entender mejor la participación social Poma (2019) refiere el término apego al lugar como el vínculo afectivo entre los seres humanos y el  territorio que habitan, se puede entender a nivel local y a nivel global. Este término ha sido vinculado con la percepción y respuesta al cambio climático para la defensa del territorio. 

El autor explica lo anterior desde cómo las emociones están presentes por la nostalgia de lo que había y el dolor por la pérdida de su entorno a causa de la transformación lo que lleva a fortalecer la lucha en defensa de su territorio y transmitir a las nuevas generaciones su lucha y preservación. Pues el apego al lugar local en un motor de la movilización. Sin embargo, el reto de los jóvenes consiste en establecer una relación de apego derivado de su estilo de vida urbano y el apego a la naturaleza. Por ello es necesario que la educación se enfoque en promover  este vínculo afectivo de manera dinámica y no estática porque este vínculo puede cambiar si el lugar cambia, como sucede con el cambio climático y sus consecuencias. 

Eso pone a las ciencias sociales en un puesto importante porque el estudio de los movimientos sociales da nuevas miradas para comprender la respuesta al cambio climático. Sobre todo porque se puede retomar la participación social como una forma de educación. Por ejemplo, una encuesta llevada a cabo en el 2021 por UNICEF a juventudes activistas por el clima de la región resalta cómo la educación y la formación es la principal acción para enfrentar el cambio climático. En los informes se rescata lo que mencionó un grupo amplio de activistas que resaltó la necesidad de incluir la educación ambiental como parte del sistema formal, especialmente en las escuelas y en todos los niveles educativos porque al final la educación ambiental desde temprana edad es una poderosa herramienta para generar un cambio de paradigma, y abordar la crisis climática de manera inclusiva con la niñez y juventud (Ogando, s.f.).

 

Casos aplicados 

En México existen varias organizaciones civiles cuyo propósito es la conservación de ecosistemas o bien, de especies en peligro de extinción. La organización WWF tiene un modelo de trabajo basado en la colaboración entre sociedad civil, iniciativa privada, academia, comunidades y gobierno; su lema es “Por un futuro en el que los humanos vivan en armonía con la naturaleza”, es así que uno de sus trabajos más destacados es el que llevan con las mariposas monarcas que desde hace más de 20 años WWF trabaja en la región de hibernación de la mariposa Monarca, junto con los ejidatarios y las comunidades indígenas, que son los dueños de las tierras (Fondo Mundial para la Naturaleza, s.f.). 

Y aplicándolo en la educación, existen múltiples estudios que buscaron la relación de la participación social y la educación ambiental pero en un contexto institucional; uno de los estudios revisados lleva por nombre “Participación social y educación ambiental para la conservación”. Un estudio de caso con niños y jóvenes de una zona rural periurbana”; para este se realizaron encuestas y un concurso sobre carteles que demostraran la problemática ambiental que viven y acciones que podían hacer. Se aplicó a niños y jóvenes que vivían cerca del corredor biológico Otomí-Mexica. Los resultados muestran un claro interés por el entorno natural en el que habitan, lo que se evidencia al manifestar que lo que más les gusta es la naturaleza del lugar y desean que se conserve esta parte para el futuro. También demostraron conocimiento de la problemática ambiental al sugerir no continuar con la tala para el cuidado y conservación del monte. La integración de los niños y jóvenes a temprana edad en temas ambientales les permite tener conocimiento fundamental para la toma de decisiones futuras (Ávila-Akerberg, González-Martínez, 2016).

 

Llamado de acción 

El objetivo de este artículo es poder visualizar que las acciones por muy pequeñas que parezcan al final se pueden ir convirtiendo en acciones que en comunidad ayuden a preservar nuestros ecosistemas. Por ello, se pueden empezar con acciones como

  • Consumo consciente: Se basa en dos reglas, una es consumir menos y el segundo es que lo que consumimos sea lo más sostenible y solidario posible. Poniendolo en practica es cuestionar a la hora de comprar ¿es necesario?, ¿está en mi presupuesto? si es así, es necesario pensar si son respetuosos con el medio ambiente. 
  • Involucrarse en iniciativas locales: involucrarnos es fundamental para que nuestra voz sea escuchada, podemos asistir a reuniones locales para conocer las propuestas que se tienen en la comunidad, conocer a los vecinos y poder ir proponiendo acciones. Generalmente podemos encontrar grupos con proyectos de mejora; así mismo apoyar la economía local comprando productos del lugar y motivando a otros vecinos a unirse.

 

Acciones propuestas por las Naciones Unidas centradas en comunidades urbanas. Fuente: ODS.  Link

 

La educación no solo es en las instituciones, sino también en comunidad y con las personas de las que nos rodeamos. 

 

Referencias

| Escrito por : admin bnzero |

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