Vistiendo un futuro limpio: Descubre la importancia de la contaminación textil y qué hacer al respecto

enero 10, 2024
Investigaciones
  • Autora: Ana Cristina Oliva 
  • Fecha de elaboración: 23/08/23
  • Fecha de publicación: 10/01/2024
  • Categoría para la web: Perspectiva

 

Impacto

La industria de la moda, detrás de su glamour, enfrenta un grave problema ambiental. La Agencia Europea de Medio Ambiente destaca la enorme contaminación causada por esta industria, incluyendo el uso de 79.000 millones de metros cúbicos de agua para la producción textil en 2015 y 2.700 litros para una sola camiseta de algodón. La ONU clasifica a la industria textil como una de las más dañinas para el medio ambiente, contribuyendo con el 20% de las aguas residuales y el 10% de las emisiones de carbono globales. Greenpeace informa que cada año 500 mil toneladas de microplásticos son liberados al océano por la confección de ropa, y un 73% de las prendas acaba incineradas o en vertederos, aumentando la contaminación.

 

Para el año 2015, podíamos identificar que los países con mayores industrias textiles también tenían mayores signos de contaminación del agua. Fuente imagen: sostenible sustentable. Link

 

Este gráfico de barras muestra la contaminación del agua por la industria textil, expresada en porcentaje de emisiones totales de Demanda Biológica de Oxígeno (BOD) en los países del G20. Publicado el 26 de enero de 2015, el gráfico destaca la contribución relativa de cada país a la contaminación del agua causada por su industria textil. 

En este gráfico, se observa que España lidera el grupo con la tasa más alta, seguida por México, Corea del Sur, e Indonesia, que también muestran niveles significativos de contaminación en comparación con otros países del G20. Por otro lado, países como Estados Unidos, China y Japón muestran porcentajes más bajos de contribución a la contaminación del agua a través de la industria textil según este parámetro.

 

Las tendencias de moda y el consumo

La “Fast-fashion” ha intensificado la problemática ambiental al promover un consumo elevado de ropa, influenciado por tendencias pasajeras y las redes sociales. Este ciclo de producción y consumo rápido se ha demostrado insostenible. Sin embargo, existe un camino hacia la sostenibilidad en la moda, donde el estilo y el respeto al medio ambiente pueden coexistir. En la Ciudad de México, por ejemplo, se desechan anualmente 3,700 millones de toneladas de residuos textiles, de los cuales solo el 1% se recicla. Ante esta situación, es crucial reconsiderar nuestros hábitos de diseño, consumo y eliminación de ropa. Con la colaboración de marcas y consumidores, se busca un futuro más verde para la industria de la moda, y nos incita a reflexionar sobre el rol del consumidor en este cambio.
 

El abandono de textiles como el algodón y la seda y la llegada de la industria de tejidos permitió el crecimiento y desarrollo de nuevos textiles como la poliamida y el poliéster. Fuente de la imagen: La industria de la moda es sensible a la sostenibilidad pero se muestra reticente a los cambios, Fashion network. Link

 
Los gráficos muestran que, desde 1975 hasta 2030, la producción de fibras textiles ha aumentado, dominada por el poliéster (52.2%) y el algodón (23.2%), impulsada por la demanda de la moda rápida y económica. Esta tendencia contribuye a la contaminación, ya que los materiales sintéticos son contaminantes derivados del petróleo.
 

Slow-Fashion, ¿La solución?

El consumo excesivo impacta negativamente tanto en el ambiente como en las condiciones laborales. La solución propuesta por Vogue México es el “slow fashion”, que implica un consumo responsable y respetuoso con el ambiente y los trabajadores. Las prácticas recomendadas incluyen:
 
  • Apoyar marcas comprometidas con el medio ambiente.
  • Apoyar marcas que proveen sueldos justos y condiciones dignas de trabajo.
  • Comprar ropa de segunda mano.
  • Adquirir prendas fabricadas con fibras recicladas.
  • Elegir materiales sostenibles como el lino o algodón orgánico.
  • Preferir marcas que producen colecciones limitadas o atemporales.
 

Visualización de un guardarropas que prioriza las prendas slow-fashion. Fuente imagen: Ideas y acciones para una vida sustentable. Link

 

¿Qué hacer con las prendas que ya no requerimos?

Es vital adoptar nuevos hábitos de consumo, así como aprovechar al máximo la ropa dándole un nuevo uso. Te aportamos algunas ideas de cómo puedes aprovechar la ropa que ya no utilizas:
Convierte ropa vieja en trapos de limpieza.
Dona a personas en necesidad o a través de organizaciones.
Vende en ventas de garaje o bazares.
Recicla en centros especializados, consultando los requisitos en ecolana.mx

 

 Conclusión

El impacto ambiental y social de la industria de la moda, exacerbado por la “fast-fashion”, evidencia la urgencia de adoptar el modelo de “slow fashion”. Este enfoque sostenible no solo alivia la huella ecológica sino que también mejora las condiciones laborales en el sector textil. Como consumidores, podemos contribuir significativamente a esta transformación: apoyando marcas responsables, comprando ropa de segunda mano, seleccionando fibras recicladas y materiales de bajo impacto ambiental, y optando por colecciones atemporales. Además, al maximizar el ciclo de vida de nuestras prendas mediante la reutilización, donación, venta o reciclaje, podemos reducir los residuos textiles y fomentar una industria más consciente y respetuosa con nuestro planeta y sus habitantes.

 

 Referencias

| Escrito por : admin bnzero |

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